lunes, 20 de diciembre de 2010

La cueva

Escribo esto ante una pantalla de ordenador. Una pantalla que observa todos y cada uno de los movimientos que hago aquí. Una pantalla que conoce todos y cada uno de mis pensamientos, incluso aquellos que nadie conoce y solo yo sé. 
Escribo esto clavando mis dedos en las teclas de un teclado. Un teclado lleno de letras y números que me hacen expresar lo que pienso.
Escribo esto junto a una charca, iluminado por la tenue luz de la luna y escuchando una dulce melodía de piano. 
Escribo porque no tengo preocupaciones y lo que hay a mi alrededor no me importa. No oigo los malditos sonidos de la ciudad. Ni siquiera las voces de las personas, ya que estoy aislado. Aislado en una cueva no muy grande, junto con una rana que no para de croar. Me encuentro en el paraíso, en mi paraíso.

Sonrío. Todo parece maravilloso cuando lo leo. No obstante, no es así. Mi pantalla del ordenador es nueva, aunque con el más mínimo movimiento se desconecta. Mi maravilloso teclado, no tiene una buena conexión y a veces -sobre todo en el Messenger- me juega malas pasadas. No estoy junto a una charca, si no en mi habitación,  y la luna no me ilumina, ya que está escondida tras las nubes.
Oigo el ensordecedor pasar de los coches al igual que a mucha gente gritando y diciendo idioteces que no tienen ni pies ni cabeza. Mi única compañera es una pequeña rana de peluche -que por supuesto, no croa- que me observa mientras escribo. 
No, como podéis imaginar, no estoy en el paraíso ni mucho menos. 
Aunque, visto así, mi habitación no deja de parecer una cueva. Una cueva que no es silenciosa y tranquila, pero que dispone de una puerta abierta con el exterior. Un exterior cargado de hipocresía y falsedad, que no deja pasar la rana y que nunca, dejará pasar.

                                                                                                                                                20.12.10

3 comentarios:

  1. Debo decir que al principio parecia que estaba en una cueva,realmente me lo imaginaba

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  2. Esa el la intención.
    ¡Gracias por tu comentario!

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  3. Estoy en un avión llamado optimismo... ¿que pasa? Meyday Meyday! Ñiuuuuuuuuu! PUM!
    Ahora hemos caído en un país que no conozco... ¿cuál?
    Pesimismolandia!
    (L) Esta chuli

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